La Inteligencia Corporativa debe aplicar todas sus especialidades para apoyar a la toma de decisiones en todas las áreas claves que conforman la columna vertebral de la cadena de valor de una empresa. En este artículo el alumno certificado del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute y Responsable de Inteligencia en una entidad privada, Pedro P., explica cuáles son las cuatro especialidades clave para garantizar un enfoque transversal: la Inteligencia de Seguridad, la Inteligencia Competitiva, la Prospectiva Estratégica y la Inteligencia de Negocio.
El propósito de la Inteligencia en cualquier ámbito es generar el conocimiento relevante para alcanzar la superioridad informativa accionable, con el fin de facilitar a los decisores proteger sus activos, obtener ventajas frente a sus adversarios o competidores e impulsar acciones para lograr sus objetivos.
Cabe destacar que, la simple superioridad informativa no es lo mismo que la superioridad informativa accionable. La simple superioridad informativa implica tener más información que los demás, pero, aun así, es solo un sumario de datos e información sin analizar y, por lo tanto, deficiente para accionarlo con razonables probabilidades de éxito. A diferencia de la simple superioridad informativa, la superioridad informativa accionable representa los datos e información contrastados, analizados e interpretados. Estos son analizados a través del análisis de Inteligencia en volumen, calidad y formato adecuados para impulsar las acciones exitosas mediante la toma de decisiones acertadas.
El propósito de la Inteligencia en el ámbito corporativo es proporcionar a la alta dirección de las empresas la superioridad informativa accionable. De esta forma, podrán sustentar sus procesos decisorios relativos a su actividad y entornos. Dicho de otro modo, las empresas necesitan el conocimiento relevante para proteger sus activos, determinar y alcanzar sus objetivos estratégicos e interpretar y anticipar los cambios que se producen en sus entornos. De esta forma, conseguirán el desarrollo sostenible de su actividad.
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Para abordar todas las Necesidades Prioritarias de Inteligencia (NPI) de las empresas, la Inteligencia debe proporcionar la superioridad informativa accionable para la toma de decisiones en todas las áreas de la estructura funcional de la empresa. Es decir, la Inteligencia, en este caso la Inteligencia Corporativa, debe aplicar todas sus especialidades para apoyar a la toma de decisiones en todas las áreas claves que conforman la columna vertebral de la cadena de valor de una empresa. Aplicando cualquiera de sus especialidades por separado es posible conseguir buenos resultados en área que corresponde a la misma especialidad. Aun así, ninguna especialidad por sí sola puede proporcionar la cobertura informativa necesaria a todos los procesos decisorios de los que dependen la supervivencia y el desarrollo de las empresas.
Las 4 especialidades básicas de la Inteligencia Corporativa
Para garantizar este enfoque transversal, el presente concepto propone la aplicación conjunta de cuatro especialidades de la Inteligencia Corporativa que reúnen las capacidades necesarias para sustentar las decisiones en las áreas clave de la cadena de valor de cualquier empresa: la continuidad de negocio, la innovación y el desarrollo estratégico.
La Inteligencia de Seguridad
Identifica, analiza, interpreta y se anticipa a las amenazas y a los riesgos para la seguridad de las empresas, y contribuye a la superación de la incertidumbre en la toma de decisiones relativas a la protección de sus activos tangibles e intangibles, con especial atención a los activos críticos. Su rol principal es sustentar las decisiones y acciones de la directiva para asegurar la continuidad de negocio. La Inteligencia de Seguridad implica la Ciberinteligencia, la Contrainteligencia, la Inteligencia de Protección y la Inteligencia Criminal.
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La Inteligencia Competitiva
Identifica, analiza, interpreta y se anticipa a los riesgos y oportunidades inherentes a los macroentornos y microentornos de las empresas. Además, contribuye a la superación de la incertidumbre en la toma de decisiones relativas a su planificación y dirección estratégica. Su rol principal es sustentar las decisiones y acciones de la directiva para fomentar la innovación y el desarrollo estratégico. La Inteligencia Competitiva implica Análisis Geopolítico.
Algunos conceptos consideran la Prospectiva Estratégica implícita en la Inteligencia Competitiva. Se puede estar de acuerdo, pero la importancia de la prospectiva en los actuales entornos empresariales la predestina más bien para su desarrollo en el ámbito corporativo como una disciplina individual. En todo caso, la una sin la otra no tiene capacidad de proporcionar los resultados íntegros que requiere en la actualidad la dirección estratégica de las empresas.
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La Prospectiva Estratégica
Considera y analiza diferentes escenarios desde la perspectiva proactiva y preactiva. De esta forma, puede alcanzar la visión prospectiva de los entornos de la empresa a medio y largo plazo. Generalmente, la prospectiva se aplica para identificar los posibles futuros escenarios a largo plazo. Aun así, los cambios acelerados que actualmente tienen lugar en los entornos corporativos requieren modificar su delimitación temporal. También requieren integrar en su análisis los posibles futuros escenarios a medio plazo. Su rol principal es sustentar las decisiones y acciones de la directiva en el diseño y en la ejecución de las estrategias proactivas y preactivas. Así, puede crear o adaptarse a los futuros escenarios y contribuir al fomento de la innovación y el desarrollo estratégico.
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La Inteligencia de Negocio
Identifica, analiza, interpreta y se anticipa a los riesgos y oportunidades inherentes a los entornos internos de las empresas. Además, contribuye a la superación de la incertidumbre en la toma de decisiones. Sobre todo en aquellas relativas a la mejora continua de los procesos en la cadena de valor. Además de aquellos relacionados con la optimización de los propios recursos y capacidades de la empresa. Su rol principal es sustentar las decisiones y acciones de la directiva para fomentar la innovación y el desarrollo estratégico.
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El concepto, al aplicar la Inteligencia de Seguridad, la Inteligencia Competitiva, la Prospectiva Estratégica y la Inteligencia de Negocio conjuntamente, aspira a promover dentro del ámbito corporativo un modelo de Inteligencia competente para abordar y satisfacer con éxito a las Necesidades Prioritarias de Inteligencia (NPI).
La finalidad del concepto es generar los entregables de Inteligencia, que
permiten a las empresas maximizar la protección de sus activos y de los
entornos donde desarrollan sus actividades para preservar la continuidad de
negocio, y aumentar la capacidad de alcanzar sus objetivos a corto, medio y
largo plazo relativos a la innovación y el desarrollo estratégico.
