spot_img

Cómo acercar la Inteligencia al mundo corporativo

Análisis

Manuel Robledo
Manuel Robledo
Oficial de Inteligencia Fuerzas Armadas (España). Profesor de LISA Institute. Máster en Inteligencia, Geopolítica y Seguridad en el mundo contemporáneo (UNED). Curso Avanzado de Inteligencia y Seguridad (Escuela de Guerra del Ejército).

Manu Robledo, profesor de los cursos de HUMINT (nivel 1, 2 y 3) y del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute, acerca la ciencia de la Inteligencia al mundo corporativo en su libro «La Inteligencia como herramienta anticipativa».

Este artículo es un fragmento del libro «La inteligencia como herramienta anticipativa» que también ha sido publicado en la newsletter «Inteligencia para la empresa».

Para una empresa sería mejor reemplazar el esfuerzo de predecir eventos aislados por el objetivo de predecir patrones y comportamientos futuros para poder actuar en forma preventiva y no reactiva. Para que se dé una actividad de prevención, se requiere que los analistas y decisores sean proactivos en sus acciones. La proactividad requiere un componente de predictibilidad.

Si un evento es extremadamente raro, es poco probable que podamos identificar eventos futuros porque requerimos patrones históricos para establecer una tendencia y las condiciones que hacen que el evento sea probable. Por lo tanto, la predictibilidad requiere de la identificación de patrones.

Esta cadena (la prevención requiere proactividad, predictibilidad y patrones) define la identificación de patrones como un precursor de la acción de prevención y se encuentra en el centro del trabajo guiado por Inteligencia. Aunque a veces existen fluctuaciones a corto plazo, muchas tendencias y problemas son a largo plazo y continuos, hasta que se toman acciones correctivas.

Por tanto, se trata de encontrar patrones para anticiparse, y los patrones solo pueden extraerse de las acciones conocidas. Es por ello por lo que la resolución de cada caso debe alimentar bases de datos y análisis para detectar líneas de acción a las que poder anticiparse. En este sentido, no se puede quedar en resolver el problema presente y «a otra cosa». Hay que realizar, en definitiva, un trabajo proactivo.

Si conocemos esas posibles líneas de acción podremos tomar decisiones correctas, tendremos indicadores que nos dirán qué va a hacer el competidor, serán como puntos clave de una bifurcación, estando pendiente de un determinado hecho, este confirmará una determinada línea de acción y, para esta, tendremos a su vez eventos o puntos clave para desarmarla.

Es decir, Pepe es atracador y, si Pepe compra unas medias, podemos pensar que va a atracar o que va a regalárselas a su señora. Si, además, se compra una pistola, estamos ante un evento de interés crítico, casi seguro, que va a atracar. Si a esto le sumamos que últimamente se sienta mucho en la terraza del bar de enfrente del Banco de Santander de la calle Rúe del Percebe, y toma notas de todo lo que allí acontece… ya lo tenemos.

Decimos que «ya lo tenemos» porque Pepe siempre atracó con una media en la cabeza, usando una pistola y contra un banco importante. Además, siempre pasa unos días chequeando la actividad de la entidad. Y esto lo sabemos porque de la investigación de sus anteriores delitos pudimos extraer un patrón, convirtiendo así la información en Inteligencia que nos ayudará a decidir un curso de acción.

Cuando hemos investigado no solo a Pepe, sino a toda una serie de atracadores de bancos, podremos establecer patrones generales sobre los atracos a bancos, estaremos en el buen camino, especialmente si contribuimos con todas las agencias y países con los que compartimos problema.

El trabajo guiado por la Inteligencia tiene, pues, su componente estratégico, aplicable a dilemas tanto de nivel internacional como local; que es la identificación de amenazas y la anticipación en los mercados. Por tanto, en primer lugar trabajaremos el Data Mining, las bases de datos que iremos alimentando con información, luego procesaremos y analizaremos esa información, además de relacionarla, para lo que existen diversos medios informáticos, y así hasta perfilar el ciclo de Inteligencia.

Creación de patrones, perfiles y líneas de acción

El concepto «Intelligence led» se basa en el empleo del análisis de Inteligencia como herramienta para la anticipación y detección temprana en el ámbito que se determine, en este caso el competitivo empresarial o corporativo, basándose en la creación de patrones, perfiles y líneas de acción probables de la conducta de la competencia.

Es parte de una evolución de la Inteligencia aplicada a la seguridad así como de la implantación de nuevos estilos en la concepción tradicional y “oscurantista” del término Inteligencia cuando es aplicado al aparato Estatal. Ésta incorpora además los parámetros de la necesidad de conocer, la necesidad de compartir y la idoneidad de concienciar a la ciudadanía así como de hacerla partícipe de la comunidad de Inteligencia, tendencia que quedó fuertemente apuntalada tras los atentados de las torres gemelas.

La Inteligencia ya no es necesariamente información sensible o secreta. La Inteligencia es ahora, y cada vez más, el conocimiento adquirido a través del análisis del ambiente en el que se desarrolla la acción a la que apoyamos. Un ambiente en el que cada vez hay acceso a más información, información que es necesario gestionar, analizar y convertir en un producto que sirva para tomar decisiones. En definitiva: crear inteligencia. 

El término Inteligencia anticipativa, aplicado al entorno corporativo, hace referencia a una filosofía y a un modelo de elaboración y gestión de Inteligencia, basada en la adaptación de los procedimientos y enfoques a las necesidades específicas de la actividad corporativa en el ámbito de las interacciones derivadas de la competencia.

Se fundamenta sobre la actividad corporativa y el análisis de datos, y centra su atención en aquellas estructuras de toma de decisiones que tienen por finalidad la reducción y prevención del impacto de la actividad competitiva del rival. Esto se consigue mediante la gestión estratégica y la aplicación práctica de técnicas específicamente diseñadas para corregir los entornos de incertidumbre y mitigar los riesgos derivados de ello, reforzando a su vez la proactividad necesaria para poder tomar decisiones que se apoyan en prospectiva, en ambientes en los que las certezas sobre determinados datos pueden ser inferiores al 25%.

¿Estamos preparados para compartir Inteligencia a nivel global?

Es decir, hablamos de Inteligencia como disciplina, como herramienta, tanto tradicional como específicamente creada para ese determinado ámbito, aplicada a los procesos de competencia, planeamiento de campañas y mitigación de riesgos. Al igual que todos los demás apellidos puestos a la Inteligencia, este se refiere al objeto al que se aplican las técnicas, no hay, pues, una diferencia significativa en la filosofía de la Inteligencia.

Todas estas transformaciones apuntan a nuevos paradigmas estratégicos que, apoyándose en las nuevas estrategias de amplio espectro, cada vez más instauradas en EEUU y la UE, abundan en un dimensionamiento integrado de la Inteligencia como herramienta fundamental para la anticipación.

Pero, ¿estamos preparados para compartir Inteligencia de cara a una defensa global? ¿Una empresa compartiría Inteligencia en favor de la industria o sector que la engloba? Es decir, ante una información que puede convulsionar una industria, una empresa puede, en el caso de disponer de esa información tras un intenso estudio de los patrones del sector, quedársela y emplearla para posicionarse en un lugar privilegiado respecto a sus competidores, obteniendo una posición de primacía. La anticipación le sirve para ser la cabeza del sector, aunque esto podría no beneficiarle desde un punto de vista económico, dado que supondrá un duro golpe para la industria.

Pero ante esta misma información, también puede compartirla con las demás empresas del sector, relativizando entre todos los efectos negativos de lo que esté por venir y obteniendo todos beneficios económicos, aunque esto mantendría las posiciones relativas de cada empresa respecto a la industria.

La opción es clara, callar y actuar de manera que me convierta en el líder del sector, aunque se traduzca en pérdidas, o compartir y beneficiar a todos, sacrificando esa oportunidad de encabezar el ranking.

Amplitud de miras y colaboración entre agencias, anticipación por medio del análisis de patrones, para lo cual es fundamental la necesidad de compartir, la colaboración. Salvando las distancias es la eterna dicotomía entre, pescar todo lo que hay en la mar y hacerse rico, o colaborar en mantener la vida en los océanos, y habrá pesca para todos.

Este artículo es un fragmento del libro «La inteligencia como herramienta anticipativa» que también ha sido publicado en la newsletter «Inteligencia para la empresa».

Cursos de Manu Robledo en LISA Institute:

Si quieres saber más sobre en qué consiste el HUMINT o Inteligencia de Fuentes Humanas te recomendamos este artículo.

Te puede interesar:

Artículos relacionados

Masterclass y eventos relacionados

Formación relacionada

spot_img

Actualidad

Dejar respuesta:

Por favor, introduce tu comentario!
Introduce tu nombre aquí

spot_img