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¿Es compatible con los intereses de la OTAN la creación de un ejército europeo?

Análisis

Paula Gómez Moñiz
Paula Gómez Moñiz
Estudiante de Relaciones Internacionales interesada en Geopolítica y Derechos Humanos.

En este artículo de LISA News te explicamos en qué consistiría la creación de un ejército europeo. Hoy te contamos qué piensan sobre la cuestión los principales líderes de la comunidad internacional, cómo ha impactado la guerra de Ucrania en el debate y cuáles son los principales desafíos de su creación según los expertos.

Entre las razones que dieron los opositores daneses a cooperar en materia de defensa en el marco europeo exponían su “miedo” a la posible creación de un ejército propio de la Unión Europea. Este es un debate que lleva abierto desde que en 2016 se impulsó la cooperación a través de la Cumbre de Bratislava, donde se centraron en lanzar iniciativas que dieran respuesta a conflictos y crisis exteriores, así como el aumento de la capacidad de los socios y la protección de los europeos.

Actualmente, la Unión Europea no cuenta con unas fuerzas armadas independientes, ya que queda recogido en el artículo 42 del tratado de la UE que estas competencias pertenecen exclusivamente a los Estados Miembros. Sin embargo, los cambios geopolíticos en el panorama internacional han motivado que países como Francia, España, Alemania e Italia apuesten por la inversión en una fuerza europea, en contraposición con otros que piensan que la iniciativa podría debilitar la cooperación con la OTAN.

Este debate se produce también un contexto cambiante en términos geopolíticos y que afectan también a Europa como los atentados terroristas sucedidos en suelo europeo en 2017, la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021 y la reciente invasión de Ucrania.

Uno de los líderes que más han apoyado la creación de un ejercito propio ha sido el presidente de Francia, Emmanuel Macron. El líder francés ha defendido la necesidad de autonomía de la Unión criticando que aumentar el gasto militar para comprar armas de otro país no es lo más “justo”. “No quiero que los europeos aumenten su presupuesto de defensa para comprar armas americanas u otras. Si aumentamos el presupuesto es para construir nuestra autonomía”, declaró en 2018 para la CNN.

Sin embargo, no todos los líderes de la comunidad internacional respaldan el punto de vista de Macron. Un ejemplo de ello es precisamente el expresidente estadounidense, Donald Trump, que, en su día, se mostró totalmente contrario a la creación de un ejército europeo independiente al de la OTAN. Trump consideró la propuesta de “muy insultante” y señaló a aquellos países que aún no cumplen con las exigencias de la OTAN de invertir un 2% de su PIB en Defensa.

“El presidente Macron de Francia ha sugerido que Europa cree su propio Ejército para protegerse de Estados Unidos, China y Rusia. Muy insultante, pero quizá Europa debería pagar antes una cuota justa en la OTAN, que Estados Unidos subsidia en gran medida”, escribió en Twitter el entonces presidente de los Estados Unidos.

Por otro lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, recibió la propuesta como un “proceso positivo”, aprobando la voluntad del líder francés de querer aumentar la independencia del continente con respecto a Washington: “Quiero un diálogo real a nivel de seguridad con Rusia, un país que respeto, un país europeo, pero tenemos que tener una Europa que pueda defenderse por su cuenta, sin depender de Estados Unidos”, afirmaba Putin.

Por su parte, la excanciller alemana, Angela Merkel, también se unió a su homólogo francés considerando que “los tiempos en los que podíamos confiar en los demás han terminado. Merkel instó a mejorar la actuación, a través de la reformulación de las formas de decidir, entre ellas la renuncia al principio de unanimidad.

“Tenemos que crear una unidad de intervención europea con la que Europa pueda actuar sobre el terreno cuando sea necesario”, declaró la canciller. Citando a Jean-Claude Juncker, quien también mostró su apoyo a la creación de un ejército europeo, Merkel aseguró que así se “mostraría al mundo que no va a volver a haber guerra en Europa”.

Tras la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán en agosto de 2021, el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, manifestó la necesidad de establecer una fuerza militar europea “propia” e “independiente”. Según Borrell, la decisión de Washington hizo evidente la falta de autonomía estratégica en materia de seguridad y defensa de la organización.

¿Impulsa la guerra de Ucrania la creación de un Ejército Europeo?

El debate sobre la creación de un ejército europeo se reabrió a principios de este año tras la invasión de Ucrania. Fue entonces cuando Borrell anunció la aprobación de una fuerza de despliegue de 5.000 efectivos que debería de estar activa para 2025.

Según los expertos, hay posturas dentro de la comunidad internacional que apoyan una mayor dependencia europea de la Alianza Atlántica debido a la imposibilidad de trabajar en los intereses de la Unión Europea cuando no coinciden con los estadounidenses o de la OTAN.

A pesar de haber unidades como los “EU Battlegroups”, creadas en 2007 y constituidas por 1500 efectivos de diversas nacionalidades, nunca han sido utilizadas. Estas fueron diseñadas para llevar a cabo operaciones militares individuales o para intervenir en primeras etapas de otros conflictos, una herramienta militar de reacción rápida de la Unión para responder a las crisis y conflictos emergentes en el panorama internacional.

Sin embargo, ya sea por razones políticas o económicas, como acabamos de mencionar, estos grupos nunca han sido desplegados debido al requisito de unanimidad en el Consejo Europeo. De este se deriva un derecho a veto que se convierte en uno de los principales obstáculos para que realicen su labor.

Los desafíos a los que se enfrenta la creación de un ejército europeo

Los crecientes cambios geopolíticos y el aumento de conflictos y agresiones militares llevan al planteamiento de trabajar por una Unión en materia de defensa. Sin embargo, no todo es un “camino de rosas” sino que hay que tener en cuenta los desafíos a superar.

Según Ángel Saz-Carranza, director del Center for Global Economy and Geopolitics (ESADEgeo), uno de los primeros factores a considerar es la diversidad europea, así como las prioridades de defensa y seguridad de cada Estado. No hay una unanimidad en cuanto a desafíos comunes para los países de la Unión: mientras que para España es vital el norte de África, para países del este como Polonia lo será el expansionismo ruso.

Es por ello que, identificar las necesidades comunes de la Unión como un conjunto, y no como algo individual a proteger desde cada Estado, sería clave para crear un hipotético ejército europeo. Podemos observar cómo se avanza en este tema en la UE, al establecer los pilares de la seguridad europea en la “brújula estratégica”, programa que ayudará a conseguir políticas conjuntas en materia de defensa y seguridad.

Por otra parte, el descontento ya mencionado de Donald Trump ante la iniciativa de la creación de una fuerza independiente de la OTAN, muestra también una preocupación de la Alianza, la cual podría llegar a verse amenazada por sus propios aliados. La propia Organización del Atlántico Norte podría oponer resistencia, tanto por parte de Estados Unidos, que ve que el desarrollo de la defensa europea como una debilitación de su propia organización; como por parte de los países de Europa del Este, clave en el desarrollo de la labor de la OTAN al ser una zona primordial para controlar su frente con Rusia.

Según los expertos, se plantea como “esencial” el balance de los países de Europa Occidental, que deberían mostrar la complementariedad y alineación entre ambas organizaciones, con el objetivo de que la creación de un ejército europeo no genere una nueva amenaza para el continente.

Para el establecimiento de las fuerzas de la Unión, el director del Center for Global Economy and Geopolitics (ESADEgeo) establece que hay que tener en cuenta la necesidad de integración de las industrias nacionales de defensa. El objetivo sería crear una única industria europea que no acabe con la de pequeños países debido a un auge de grandes estados como Francia o Alemania.

París y Berlín han sido los que más claro han dejado su voluntad de independencia europea, por lo que para el director de ESADEgeo es “imprescindible que muestren claramente sus intenciones en torno a la defensa europea, para establecer un liderazgo inclusivo”.

Francia debe aclarar si busca imponer una estrategia militar a la organización o si quiere liderar una defensa europea exclusivamente; así como Alemania planea crecer militarmente de forma individual siguiendo sus intereses nacionales o bajo una estructura integrada en la unión.

El experto en estrategia considera que la conflictividad que protagoniza el panorama internacional debe ser respondido desde la Unión comenzando por asumir sus responsabilidades en materia de seguridad. “Ha llegado el momento de crear una política de defensa potente. Sabemos dónde hay que llegar y qué obstáculos superar; solo falta liderazgo político”, asegura.

¿Qué opinan los expertos sobre la creación de un ejército europeo?

Hay expertos que “sueñan” con la creación de un ejército europeo propio como la historiadora y periodista, Anne Applebaum, la cual tiene esperanza en la creación de una institución individual de la UE que vele por los intereses del continente, y que además sea capaz de trabajar con Estados Unidos.

Lo que más se tiene en cuenta para hablar de la constitución de un organismo de defensa europeo es la dependencia de la OTAN y su capacidad de actuación. Así, la experta considera que la capacidad de la Alianza Atlántica superaría con creces la de un ejército europeo, donde no podría hacer frente a la guerra con Rusia de manera independiente. De esta forma, y a pesar de que crea que lo mejor sería la creación de una institución independiente de la OTAN, no cree que sea factible en el contexto en el que nos encontramos.

Según José María Catalán, profesor de la UDIMA en el Máster de Seguridad, Defensa y Ciberestrategia, la creación de una defensa independiente en Europa es “prácticamente imposible sin la ayuda de los aliados del otro lado del Atlántico” y apunta que lo máximo que se podrá conseguir serán cuarteles generales.

Por su parte, Félix Arteaga, investigador de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, también destaca como obstáculo, al igual que Ángel Saz-Carranza, las diferencias entre los miembros de la UE: “La competencia de la Comisión acaba donde los estados tienen las líneas rojas del interés nacional”, señala.

De esta forma los expertos coinciden en que el proyecto de un ejército europeo contribuiría fuertemente a garantizar los objetivos exclusivos de la Unión, además de ganar independencia con respecto a Estados Unidos; sin embargo, es algo que hay que sopesar y más aún ante el panorama geopolítico en el que nos encontramos tras la invasión de Putin a Ucrania.

Como paso previo a una integración total defensiva como es un ejército propio habría que lidiar con las diferencias internas de los Estados miembro y el proyecto planteado no debería debilitar la cooperación con la OTAN ni percibirse como una amenaza para la organización: la Alianza es un organismo clave para la defensa de la Unión Europea, al menos, por ahora.

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