En este artículo te explicamos qué es el proyecto europeo Global Gateway y cómo nace para contrarrestar la influencia de la Nueva Ruta de la Seda de China.
El pasado diciembre, la Comisión Europea y la Alta Representante de la UE presentaron Global Gateway, una nueva estrategia europea para impulsar vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte, así como para potenciar los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo. El principal objetivo de Global Gateway es el de ofrecer este plan de financiación a países en vías de desarrollo para proyectos en sus propios países.
Ahora mismo, el foco parece estar sobre el continente africano. Ya existe un paquete de inversión Global Gateway Europa – África, mediante el cual se busca lograr una recuperación y transformación fuerte, inclusiva, ecológica y digital mediante la aceleración de la transición verde, la transición digital, el crecimiento sostenible y la creación de empleo decente; así como el fortalecimiento de los sistemas de salud y la mejora de la educación y la formación en todo el territorio.
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La UE está intensificando su oferta a sus socios con grandes inversiones en el desarrollo de infraestructuras en todo el mundo. Entre 2021 y 2027, el Equipo Europa, es decir, las instituciones de la UE y los Estados miembros de la UE conjuntamente, movilizará hasta 300.000 millones de euros de inversiones en el sector digital, del clima y la energía; transporte; salud, y educación e investigación
Gracias a la Global Gateway, se llevarán a cabo proyectos sostenibles y de alta calidad que tendrán en cuenta las necesidades de los países socios y serán beneficiosos a largo plazo para las comunidades locales. Esta iniciativa contribuirá a que los socios de la Bruselas desarrollen sus sociedades y economías, pero además creará oportunidades para que el sector privado de los Estados miembros invierta y siga siendo competitivo, al mismo tiempo que se procura el cumplimiento de las normas medioambientales y laborales más estrictas, así como una buena gestión financiera.
Además, este nuevo plan se establece como la herramienta mediante la cual la Unión va a contribuir a reducir el déficit de inversión mundial en todo el mundo. Esta estrategia se amolda al compromiso que adquirieron los líderes del G-7 en junio de 2021 de poner en marcha una asociación de infraestructuras transparente, basada en valores y de alto nivel para satisfacer las necesidades mundiales de desarrollo de infraestructuras, siendo al mismo tiempo plenamente conforme con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como con el Acuerdo de París.
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El modelo europeo de conectividad de confianza en los países socios, que tienen una perspectiva a largo plazo, respeta los intereses y los valores de la UE: Estado de Derecho, derechos humanos y normas y estándares internacionales. Se trata de inversiones inteligentes, limpias y seguras en infraestructuras de calidad que conecten de forma sostenible a personas, bienes y servicios en todo el mundo, y dichas asociaciones están construidas sobre seis principios principales: valores democráticos y estándares altos; buena gobernanza y transparencia; asociaciones igualitarias; ecología y limpieza; la seguridad como centro; y la canalización de la inversión del sector privado.
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La ventaja que pretende crear la Unión Europa se resume en “forjar nuevas alianzas, sin crear dependencias”, tal y como enunció Ursula Von der Leyen en la presentación del plan. Se trata de promover el carácter de Europa como un aliado responsable y honesto, así como sus valores en proyectos tangibles y duraderos. El principal desafío ahora supone lograr cierto consenso entre todos los actores europeos para lograr esos objetivos estratégicos. A pesar de ello, El Global Gateway supone un paso agigantado en una Comisión que se comprometió a ser una Comisión geopolítica.
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De hecho, esta ambición geopolítica se evidenció el pasado viernes 14 de octubre a través de un acuerdo de colaboración entre la UE y Estados Unidos para promover la energía verde en África Subsahariana. Ambas potencias han acordado aumentar su colaboración para impulsar la energía sostenible en esta región, con la idea de promover el potencial de generación de energía renovable del continente.
La estrategia Global Gateway parece entonces suponer implícitamente un nuevo medio de acercamiento con Washington, y una evidencia de la influencia de este país en un proyecto que parecía presentarse como exclusivo europeo.
Global Gateway, una estrategia para contrarrestar la influencia de China
La propuesta europea se presenta como una alternativa a la iniciativa ‘Belt and Road’de China, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda. Durante la última década, China ha financiado, y en algunos casos incluso construido, enormes proyectos de infraestructuras en otros países en vías de desarrollo, vinculando al país económicamente con 140 países en todo el mundo, a través de puertos, estaciones y otros proyectos industriales.
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Esto ha permitido, al mismo tiempo, su consolidación en las cadenas de producción a nivel global y ha afianzado sus lazos diplomáticos con países geoestratégicamente relevantes, principalmente en Oriente Medio y Asia Central.
De acuerdo con El Orden Mundial (EOM), en un artículo publicado en abril de 2020: “Para el desarrollo de la ruta marítima, el Gobierno chino está llevando a cabo grandes inversiones en el sudeste asiático, el océano Índico, el este de África y algunos puntos de Europa. Las rutas terrestres conectan China con puertos de estas regiones, así como con otros países asiáticos y Europa a través de Asia Central”. Además, indican que aunque “ya ha logrado un gran despliegue de infraestructuras, podría extenderse a otras regiones del mundo como América Latina, donde China está ganando influencia”.
Teniendo en cuenta esta afianza de Pekín a nivel global, la Unión Europea debe revaluar su relación con China para hacerle frente pues “se ha convertido en un competidor global todavía más fuerte”, con el que sigue siendo “vital” cooperar en ámbitos como el cambio climático, según un documento del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, presentó este lunes el documento a los ministros de Exteriores de la UE durante la reunión que celebraron en Luxemburgo, para mantener una primera discusión respecto a cómo deben responder los Veintisiete a los “retos” que plantea Pekín. Esta reflexión resurge un día más tarde de la celebración del XX Congreso del Partido Comunista Chino.
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Para poder hacer frente a estos retos que plantea Pekín, la unidad y cooperación entre los Veintisiete continúa siendo lo más efectivo, tal y como lo está siendo en la respuesta europea a la guerra de Ucrania.
El documento también reconoce que las ofertas chinas hacia sus socios resultan muy atractivas y que, por lo tanto, “la UE debería ofrecer una mejor oferta cumpliendo sus propias promesas, buscando mejoras tanto en la comunicación como en la asociación con otros”. A través de Global Gateway, se pretende esto mismo, hacer frente a la nueva estrategia efectiva del gigante asiático, así como trabajar también con los países afines, tanto con Estados Unidos como con los de la región del Indo-Pacífico.