Entrevistamos a Jaime Rocha, ex agente del servicio de Inteligencia español, para hablar de su novela «Operación El Dorado Canyon» y sobre Cultura de Inteligencia.
Jaime Rocha (Larache, 1942) escribió «Operación El Dorado Canyon» como un legado a su familia sobre sus actividades en el Servicio de Inteligencia español. Eligió novelar estos hechos porque le permitía contar hasta donde podía contar y omitir algunos detalles y acciones que no debe ni puede revelar. Este libro forma parte de la selección de LISA News de novelas y libros de no ficción escritos por profesionales del mundo de la Inteligencia.
Sinopsis
En los años 80, la violencia terrorista se extendió por diferentes partes del mundo, afectando también a los intereses de Estados Unidos en el extranjero. Tras los atentados en Beirut, Madrid y Berlín, el presidente Ronald Reagan ordenó la «Operación El Dorado Canyon» una operación militar en Libia para acabar con el régimen de Muammar al-Gadafi. Como ningún país de la OTAN apoyó militarmente esta operación y, ante la precariedad de medios, la CIA solicitó ayuda a España. Dentro del más absoluto secreto, el CESID traslada a un agente español a Libia para localizar a Gadafi que terminaría convirtiéndose en la única fuente de información sobre el terreno. Esta es su historia.
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En tu primer libro «Operación El Dorado Canyon» narras principalmente tu papel y el papel del CESID en esa operación. ¿Por qué elegiste novelar ese hecho en concreto entre los muchos otros que podrías haber escogido para tu primera novela?
Escogí ese hecho porque yo creo que fue cuando peor lo pasó Carmen, mi mujer. Ella no sabía nunca a dónde iba, pero hace poco me decía: «yo veía en qué parte del mundo había follón y ahí pensaba que habías ido». En este caso acertó. Pensé que a Carmen le podría aclarar algunas cosas y Libia me pareció un buen lugar donde empezar a contar, también por lo peculiar de la situación. Viajé al país a petición de la CIA que había solicitado al CESID que enviara un agente para localizar a Gadafi y fotografiar las defensas antiaéreas libias.
¿En qué momento concreto o contexto te envían a Libia?
Tras el bombardeo de Ronald Reagan sobre Libia tras los atentados en el Líbano, Madrid y Berlín. El objetivo era Gadafi, pero cambiaba de ubicación permanentemente. Sin embargo, el primer intento no fui yo. Un compañero lo intentó antes en un avión de periodistas a Trípoli, pero no le dejaron desembarcar. Cuando volvió a Madrid preguntaron quién podía ir y el único que podía era yo.
Viendo que fue a Libia a petición de la CIA, ¿qué nos puedes decir sobre las relaciones entre servicios de Inteligencia?
Somos amigos durante la operación. Durante este tiempo trabajamos juntos y tenemos un objetivo común y prioritario, pero, cuando termina, se acabó. Y así con todo. Más allá de operaciones puntuales también hay intercambio de información entre los servicios de Inteligencia sobre determinados temas. No es una relación de amistad ni de franqueza y, aunque estemos trabajando juntos, si yo puedo obtener información tuya voy a intentar obtenerla y viceversa. Nunca se pierde la perspectiva de dónde estás, lo que eres y para quién trabajas. Aunque hagas una operación con la CIA, el Mossad o con quien sea no olvidas que trabajas para tus servicios y para tu Gobierno, no para ellos.
Aunque hagas una operación con la CIA, el Mossad o con quien sea no olvidas para quién trabajas
¿Cómo es el proceso cuando un espía decide comenzar a dar conferencias, publicar libros, escribir artículos en prensa…? ¿Te apoyaron desde el CNI para publicar esta novela?
Yo pertenezco a una asociación de antiguos agentes del Servicio a través de la cual tenemos una relación directa con el CNI y, cuando yo escribo mi primera novela, lo hago a través de esta asociación. Cuando la leyeron en el CNI me animaron a publicarla sin cambiarme ni una coma. Por esa misma vía envío las dos otras novelas en las que tampoco pusieron ninguna objeción.
Desde el CNI me animaron a publicar sin cambiarme ni una coma
¿Por qué crees que no te cambiaron ni una coma?
Sé hasta dónde puedo llegar. En los libros cambio hechos, personas y situaciones y, por eso, cuando lo han leído han visto que no digo nada que comprometa o ponga en aprietos a nadie. Lo que cuento son hechos reales y hay muchos detalles importantes de esos hechos reales que no cuento ni voy a contar. Algunos de ellos no los sabe nadie y se morirán conmigo. Son cosas que solo sé yo.
¿Cómo ves la situación de Libia hoy?
Aquello terminó mal. Ellos mismos mataron a Gadafi, hay una guerra de tribus permanente… No me arrepiento al decir que creo que Occidente se ha equivocado mucho con los países árabes. Sobre todo cuando las primaveras árabes, tratando de llevar a esos países un sistema democrático occidental. Era absolutamente imposible. El único caso de todos que parecía que había salido mejor fue Túnez y mira cómo está hoy.
Occidente se ha equivocado mucho con los países árabes
Y conoció a Gadafi, entre otros personajes clave del mundo árabe.
También conocí personalmente a Ben Alí cuando era jefe del servicio de Inteligencia, también a Al Assad padre e hijo… Conozco bastante bien el mundo árabe y su mentalidad y el error de Occidente ha sido intentar convertirlos en democracias a la fuerza. No lo serán nunca mientras siga siendo la religión musulmana lo que es en algunos países. Incluso Turquía parecía que quería evolucionar y acaba de volver a ganar Erdoğan que está volviendo otra vez con el islamismo más radical. No digo que solo a raíz de las primaveras árabes empezara el yihadismo como empezó, pero no me cabe duda de que algo tuvo que ver. La invasión de Iraq también fue otro error tremendo. Occidente muchas veces se equivoca.
¿Cuál es tu opinión sobre el papel de los servicios de Inteligencia en la invasión de Iraq?
Me consta que los servicios de Inteligencia occidentales informaban a sus gobiernos en contra de estos proyectos y en contra de la invasión de Iraq. Hay veces que los gobiernos siguen lo que les dicen los servicios de Inteligencia y hay veces que no. Es muy fácil echar la culpa al servicio de Inteligencia y decir que había armas de destrucción masiva porque el servicio de Inteligencia se lo había dicho cuando no lo había dicho para nada. Todo lo contrario.
Si quieres leer la entrevista completa a Jaime Rocha sobre Cultura de Inteligencia puedes hacerlo aquí.
