El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA) desempeñan un papel crucial en la protección de los derechos de migrantes y refugiados. En este análisis, la alumna del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, Gabriela Andreea Gherghel, explica qué es la UNRWA y por qué es relevante en el conflicto palestino-israelí.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) es una de las agencias más conocidas de Naciones Unidas (ONU) en lo que respecta a la protección de los derechos humanos de las personas migrantes que huyen de sus hogares como consecuencia de los conflictos bélicos y las persecuciones en su país de origen.
A esta población se le adjudica el término de refugiado; sin embargo, los refugiados palestinos cuentan con la consideración de una categoría especial que les diferencia del resto. Razón por la cual la ONU creó en 1950 la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina en Oriente Medio, UNRWA, por sus siglas en inglés. Asimismo, cabe destacar que la UNRWA actúa de manera independiente de ACNUR y se centra en un territorio definido y delimitado: la Franja de Gaza y Cisjordania, principalmente.
Tal como se expone en la página oficial, la UNRWA considera a una persona refugiada de Palestina a aquella «cuyo lugar de residencia habitual, entre junio de 1946 y mayo de 1948, era la Palestina histórica —el actual estado de Israel— y que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la guerra. Las descendientes de esta población son también consideradas refugiadas por la Agencia».
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Su labor se remonta al año 1950, tras el fin de la guerra árabe-israelí que desembocó en la creación del Estado de Israel el 15 de mayo de ese año y la expulsión de los palestinos de dicho territorio. Bajo esta premisa, la Asamblea General de la ONU acordó por unanimidad la creación de campamentos de refugiados para alojar a los 700.000 palestinos esparcidos en las regiones de Gaza y Cisjordania, además de en los países vecinos como Siria, Líbano y Jordania.
Fuente: Agencia EFE.
Se estima que los refugiados palestinos representan una población de más de 5,9 millones de personas, lo que supone casi la cuarta parte de toda la población refugiada mundial. De los cuales, la mayoría se encuentran en la Franja de Gaza, controlada por Hamás desde el año 2007. De igual modo, la UNRWA cuenta con cerca de 30.000 empleados, de los cuales al menos 13.000 están distribuidos en la Franja de Gaza para garantizar el acceso a la educación, la sanidad, la ayuda humanitaria y los servicios sociales de los refugiados palestinos en la región.
La principal labor de la UNRWA es la construcción y el mantenimiento de centros educativos y clínicas médicas destinados principalmente a mujeres y personas con discapacidad. Además de proveer alimentos y empleo a la población palestina. Esto ha dado pie a que la UNRWA se haya convertido en un actor clave para la subsistencia de los miles de refugiados palestinos en la Franja. Según señala la propia agencia, al menos el 80% de la población de Gaza es dependiente de la ayuda humanitaria que brinda UNRWA.
¿Por qué se relaciona a la UNRWA con Hamás?
La UNRWA está en punto de mira debido a la presunta implicación de 12 de sus trabajadores en los ataques del 7 de octubre de 2023 en Israel. Esta ofensiva llevada a cabo por Hamás ha dejado más de 1.200 muertos, provocando el estallido de una sangrienta guerra entre Israel y Hamás, que parece no tener un fin a corto ni medio plazo.
El 26 de enero, la ONU anunció la expulsión de estos trabajadores y la apertura de una investigación inmediata para esclarecer si efectivamente fueron partícipes del incidente del 7 de octubre. A ello se suma la publicación en The New York Times de un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos elaborado por Israel, en el que se indica que diez de estos empleados de UNRWA eran integrantes de Hamás y otro de ellos de la Yihad Islámica.
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Concretamente, se les acusa de estar involucrados en el secuestro de una mujer israelí, el suministro de armas a las organizaciones terroristas, así como ayudar en la coordinación de los vehículos que se utilizaron en el ataque y el transporte del cuerpo de un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel muerto en Gaza. A otro de ellos se le relaciona directamente con la masacre de un kibutz en la que murieron al menos 97 personas. Además, según los datos, siete de estos 12 trabajadores de la UNRWA eran profesores de las escuelas de la Franja de Gaza, gestionadas por la agencia de la ONU.
Por otro lado, el análisis de inteligencia israelí asegura que 190 trabajadores de la UNRWA son sospechosos de ser militantes de Hamás o la Yihad Islámica, de los cuales, los doce mencionados anteriormente habrían estado implicados en el ataque del 7 de octubre. También según este documento, Israel y Estados Unidos sospechan que alrededor del 10% de la plantilla estaría vinculada a estos dos grupos considerados terroristas por Occidente.
La información del documento publicado también en el medio israelí, Jerusalem Post, señala que «según la información de inteligencia, documentos y tarjetas de identidad confiscados durante los combates, ahora es posible identificar alrededor de 190 operativos terroristas de Hamás y la Yihad Islámica que sirven como empleados de la UNRWA».
¿Qué países han suspendido la financiación al UNRWA?
La UNRWA se financia en más del 90% a través de las contribuciones voluntarias de los Estados Miembros de las Naciones Unidas. A pesar del fuerte vínculo entre Estados Unidos y el Estado de Israel, el país norteamericano es uno de los Estados que más contribuyen a la causa palestina, así como Alemania y la organización supranacional, la Unión Europea.
Según los datos de la propia agencia, en 2022, Estados Unidos destinó 343,9 millones de dólares a la UNRWA, seguido por Alemania con 202,1 millones de dólares, una cifra muy por encima de las contribuciones de la Unión Europea en su conjunto con 114,2 millones de dólares. No obstante, tras el escándalo de la posible implicación de 12 empleados de UNRWA en el ataque del 7 de octubre, casi una docena de países han decidido suspender las donaciones a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados palestinos en Oriente Próximo.
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Ante esta situación, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Suiza y Japón han decidido dejar de enviar ayuda económica a la Agencia de la ONU, acto que también han llevado a cabo varios países miembros de la Unión Europea, como es el caso de Alemania, Finlandia, Italia, Francia, Austria, Países Bajos, Rumanía, Letonia, Lituania y Estonia.
Estados Unidos ha sido de los primeros en cancelar las aportaciones económicas a la UNRWA, y es la segunda vez que el país norteamericano suspende la financiación destinada a esta agencia de la ONU. La primera suspensión de capital a la UNRWA tuvo lugar bajo el mandato del expresidente Donald Trump en 2018, argumentando que se trataba de un organismo «irremediablemente defectuoso».
Para Israel, según señala el embajador israelí ante la ONU, Gilad Serdan, «cualquier país que siga financiando la UNRWA antes de que haya una investigación en profundidad debe saber que su dinero podría utilizarse con fines terroristas».
Siguiendo la misma línea, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha mostrado su agradecimiento a la Administración estadounidense alegando que «es necesario realizar cambios importantes para que los esfuerzos, los fondos y las iniciativas humanitarias internacionales alimenten el terrorismo de Hamás y el asesinato de israelíes».
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Por su parte, el comisario general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio, Philippe Lazzarini ha declarado que «cualquier empleado de la UNRWA involucrado en actos de terrorismo será hecho responsable de los mismos, incluso a través de una imputación criminal». A esto también se suma el anuncio de la terminación con efecto inmediato de los contratos de trabajos de los sospechosos y la apertura de una investigación para dar con la verdad. De igual manera, el secretario general de la ONU, António Guterres, también ha expresado que se «perseguirá penalmente cualquier comportamiento inapropiado de trabajadores de la ONU», haciendo referencia a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio.
Aun así, Guterres ha advertido de las consecuencias que provocan la retirada de las aportaciones económicas de casi una docena de países, destacando que «dos millones de civiles de Gaza dependen de la ayuda de la UNRWA para su supervivencia diaria, pero los fondos con los que cuenta actualmente la UNRWA no le permitirán cubrir las necesidades para febrero». Del mismo modo, Lazzari ha expresado su preocupación, pues asegura que «sería inmensamente irresponsable castigar a una agencia y una comunidad entera por las acusaciones contra algunos individuos, en particular en un momento de guerra, desplazados y crisis política».
Actores internacionales que siguen apoyando a UNRWA
La Unión Europea es uno de los mayores contribuidores de ayuda humanitaria y económica a la UNRWA, a pesar de que algunos Estados miembros como Alemania, Francia, Italia, Rumanía y otros hayan retirado el capital a esta agencia. Sin embargo, la Comisión Europea, ha reiterado que la Unión Europea en su conjunto actuará y se basará en la investigación que ya está en marcha para determinar una decisión.
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Por otro lado, España es uno de los países que más firmes se muestran ante la continuación de seguir financiando a la UNRWA. El ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, ha expresado en unas declaraciones que «no modificaremos nuestra relación con UNRWA aunque seguimos de cerca la investigación interna y el resultado que pueda arrojar por los actos de una decena de personas de las alrededor de 30.000». A España también se han unido Noruega, Irlanda y Luxemburgo, mostrando su negativa a suspender la financiación de la UNRWA defendiendo la necesidad de cooperar en la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.