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¿Qué organizaciones criminales operan en Ecuador?

Análisis

Marta Soriano Palacios
Marta Soriano Palacios
Analista internacional en prácticas en LISA News. Estudiante de último año en Relaciones Internacionales y Comunicación Corporativa en la Universidad Rey Juan Carlos. Apasionada en la investigación en geopolítica con el fin de abordar los desafíos presentes y futuros y entender su impacto a nivel internacional.

En lo que llevamos de año, Ecuador registra un aumento del 58% de homicidios respecto al 2022, posicionándose como uno de los países más violentos de la región. En este artículo te explicamos por qué han aumentado los niveles de inseguridad y cuáles son las principales organizaciones criminales que operan en el país y sus conexiones con el crimen trasnacional.

A tan solo diez días de las elecciones generales en Ecuador, el país se enfrentó a una jornada trascendental que marcaría los comicios programados para el 20 de agosto: Fernando Villavicencio, un aspirante popular a la presidencia del país, fue asesinado a balazos tras un mitin político en la capital, Quito. Las autoridades, en el curso de su investigación, procedieron a la detención de seis individuos mercenarios de nacionalidad colombiana, quienes estaban afiliados a grupos de delincuencia organizada según comunicó el ministro del Interior, Juan Zapata.

El asesinato de Villavicencio no es más que la punta del iceberg de una crisis política y de inseguridad imperante en Ecuador. A lo largo de los años recientes, el país ha experimentado una transformación marcada por la influencia y expansión de cárteles de drogas extranjeros aliados con una mafia activa de bandas delictivas locales. La operatividad de estas redes criminales genera una alarmante escalada de la violencia en el país sudamericano.

Los índices de homicidios llegaron a alcanzar cotas históricas en 2022 y la violencia se ha convertido en un fenómeno cotidiano, crudo y público, que se refleja en la abundancia de informes por atentados con coches bomba, actos de decapitación o, incluso, niños asesinados a tiros fuera de sus escuelas.

En cuanto a los datos de 2023, parece que Ecuador cerrará el año posicionándose como el país más violento de la región. Según la Policía ecuatoriana entre enero y junio de este año se han registrado 3.513 asesinatos, lo que significa un aumento del 58% respecto al 2022. Ese año la tasa de homicidios fue de 26 por cada 100.000 habitantes, y en la actualidad ya se ubica en 20, con una tendencia a crecer, con lo que se estima que a final del año cerraría en 40 homicidios por cada 100.000 habitantes, convirtiéndose en el país más violento de la región.

En este contexto, Villavicencio se convirtió en el punto de mira con una campaña electoral, caracterizada por la promesa de erradicar las redes mafiosas en el país, en especial, los cárteles de cocaína, y contra la expansión de la corrupción entre la clase política proveniente de las conexiones con el narcotráfico.

¿Por qué Ecuador?

La posición geográfica de Ecuador es muy atractiva para las redes involucradas en el tráfico ilícito de narcóticos. Ubicado estratégicamente entre los dos principales productores de cocaína a nivel mundial, Colombia y Perú, el país se encuentra en un punto neurálgico de la cadena de distribución. Además, según señala Carolina Bazante, periodista y verificadora ecuatoriana en Newtral, la particularidad de Ecuador como la única nación en Sudamérica con el dólar contribuye a que sea un entorno propicio para el lavado de activos.

Aunque ya se tomaron medidas en el pasado contra los grupos delictivos, como las legalización de las pandillas durante el mandato de Rafael Correa en 2007; lejos de lograr el éxito esperado, se observó un resurgimiento evidente de la violencia en 2021. Impulsado por disputas territoriales y lucha por el control de las rutas de tráfico de droga, la violencia que inició entre bandas en los centros penitenciarios y de la que se cobraron más de 500 vidas en 2022, trascendió los confines hacia el exterior.

Para finales de ese año, el país registró en términos de violencia criminal, una tasa de 25 homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes. Este fenómeno es históricamente más intenso en la frontera norte con Colombia y en las provincias costeras del oeste del país, como Guayas, Santa Elena, Manabí y Esmeraldas, ya que son grandes epicentros de actividad y guerra entre bandas.

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¿Por qué ha aumentado la violencia en Ecuador?

El Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) determina que la confrontación entre organizaciones ecuatorianas desde 2020 estaría directamente relacionado con la generación de alianzas y provisión de servicios a las redes criminales transnacionales en el territorio ecuatoriano.

Fernando Carrión, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) sugiere que, la crisis financiera mundial de 2008 motivó la reestructuración de muchos de los cárteles y mafias hacia la construcción de una «red global del crimen». Formados por conglomerados de organizaciones ilícitas, estas redes cuentan con presencia en muchos países del mundo, como por ejemplo El Cártel de Sinaloa que se encuentra en 51 países, aparte de Ecuador, todo ello con el fin de alcanzar el dominio de las ventajas competitivas en logística de la que precisa la actividad criminal y el tráfico de drogas.  

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¿Cuáles son las conexiones trasnacionales del crimen organizado en Ecuador?

Las redes transnacionales de tráfico de estupefacientes empoderan la actividad ilícita de las pandillas criminales en Ecuador gracias, principalmente, a las conexiones establecidas con estas. De esta manera, comprender el panorama de inseguridad en el país sudamericano es harto complejo, ya que existe un gran conglomerado de bandas locales que forman un entresijo de conexiones dentro y fuera del territorio nacional. A continuación resumimos las conexiones de los grupos delictivos organizados ecuatorianos con el crimen organizado trasnacional con el fin de comprender mejor las dinámicas que motivan sus orígenes y decisiones posteriormente.

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Cárteles de origen mexicano

Los cárteles de origen mexicano que operan en Ecuador forman dos grandes bloques de apoyo entre las bandas delictivas ecuatorianas y propician enfrentamientos y la violencia en las calles. La lealtad de las organizaciones se debe a estas dos redes: 

  • Cártel de Sinaloa: con presencia en Ecuador desde 2003, el cártel presenta alianzas con bandas ecuatorianas como Los Choneros, Los Águilas o los Gángsters, ya que conocen mejor el territorio y sirven de enclave en el transporte y salida de la droga entre Colombia y los mercados de consumo de cocaína.
  • Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG): dedicado al narcotráfico y tráfico de armas en las provincias del noroeste de Ecuador, en Manabi, Santa Elena y Los Ríos, poseen un soporte local de las bandas de Los Lobos, Los Tiguerones y Los ChoneKillers, entre otros. 

Grupos criminales y de narcotráfico colombiano

  • El Frente Oliver Sinisterra (FOS) es una facción divergente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la cual financia sus operaciones y actividad insurgente a través del narcotráfico. Según un reportaje del medio Primicias, se revela que la compraventa de cocaína por todo Ecuador estaría llevada a cabo por el grupo Los Choneros.

Mafias de procedencia europea

  • La mafia balcánica se instaló en múltiples países latinoamericanos a principios del siglo XXI y, entre ellos, Ecuador, para la compraventa de cocaína desde Colombia y Perú hacia el continente europeo. Los servicios logísticos de salida de la droga se ejecutan por el oferente que garantice la llegada a los países de consumo, aunque presentan grandes conexiones con el grupo de Los Choneros
  • La Ndrangheta, de origen italiano, también tiene fuertes conexiones con la mafia albanesa en el territorio ecuatoriano.

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Grupos delictivos organizados (GDO) en Ecuador

Los Choneros

Los Choneros es una de las organizaciones criminales más antiguas y preeminentes en el territorio ecuatoriano. Si bien se estima que cuenta con aproximadamente 12.000 miembros distribuidos en todo el país, su estructura difusa dificulta una evaluación precisa del número de afiliados.

Origen

El surgimiento de esta agrupación tuvo lugar a finales de los años 90 en la localidad de Chone, ubicada en la provincia de Manabí. Encabezada por Jorge Busmarck Véliz España, alias «Teniente España», inicialmente se centró en actividades de microtráfico de narcóticos. Sin embargo, pronto logró obtener el control de la ruta marítima de tráfico de drogas hacia México y Estados Unidos a través de la costa del Pacífico, con base en la ciudad de Manta, Manabí.

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Los enfrentamientos con bandas rivales culminaron con el asesinato de «Teniente España», que marcó el ascenso de Jorge Luis Zambrano, conocido como «Rasquiña», al liderazgo. Esta transición llevó a una reorientación de las actividades delictivas, abarcando la extorsión, el robo, el tráfico de armas y los homicidios por encargo, siendo estas sus principales fuentes de financiación.

A partir de 2011, varios de sus líderes fueron detenidos, lo que llevó a que Los Choneros evolucionaran hacia una pandilla carcelaria. Durante esta etapa, la organización se fortaleció al reclutar nuevos miembros desde el interior de las prisiones, dando lugar a la aparición de subgrupos criminales dependientes. Esto condujo a que Los Choneros se convirtieran en una de las pandillas penitenciarias con mayor presencia en el territorio ecuatoriano. Algunas de las facciones que operan como brazos armados de la organización son:

  • Gángster: Con su principal rivalidad frente a los Tiguerones, por el control de la subzonas de entrada de drogas provenientes de Colombia.
  • R7: Alianza entre los denominados Punto 40 y Latin King de la Subzona de Santo Domingo de los Tsáchilas. Anteriormente, formaba parte de la agrupación liderada por Los Lobos, pero en un conflicto con ellos los llevó a convertirse en rivales.
  • Los Águilas.

El asesinato de Rasquiña, en diciembre de 2020, desencadenó una pugna interna entre los subgrupos de las cárceles, lo que evidenció la fragilidad de las jerarquías de Los Choneros, desafiada por sus propios miembros de menor rango. El desenlace fue la dispersión de las actividades delictivas y la fusión en 2021 de Los Lobos, Tiguerones y Chone Killers en una nueva estructura opositora de los Choneros

Geografía

Inicialmente estuvieron limitados en la provincia de Manabí. Sin embargo, en 2011 con la incipiente transformación del grupo motivó la migración de sus actividades ilícitas hacia el sur, en la provincia de Guayas. En 2019, los esfuerzos del gobierno por contener la violencia en las prisiones llevaron a la dispersión de líderes de la banda hacia diferentes cárceles del país, con el objetivo de desarticular las jerarquías de liderazgo en los penales. Esta medida propició la expansión de Los Choneros, originando subgrupos en cárceles de Esmeraldas, Cotopaxi, Guayaquil y Cuenca. Las autoridades informan que en la actualidad, Los Choneros ejercen su influencia principalmente en las provincias costeras occidentales del país, abarcando Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Santa Elena y Esmeraldas.

Vínculos con el crimen transnacional

La organización mantiene conexiones con el Cártel de Sinaloa en México, por su capacidad logística de transportar cargamentos de cocaína desde Colombia y por constituir su brazo armado en Ecuador. Asimismo, también se han identificado vínculos con el Frente Oliver Sinisterra de Colombia.

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La trilogía: Los Lobos, Chonekiller y Los Tiguerones

Esta nueva agrupación se denomina Nueva Generación, en honor a sus conexiones con el narcotráfico mexicano del CJNG. Se identifican por su modus operandi, el cual consiste en el uso desmedido de la violencia con armas largas de fuego y la suplantación de identidad de funcionarios públicos, agentes policiales y de tráfico, para infiltrarse en los territorios de interés. Además, las carencias de infraestructura y financiación en muchos centros carcelarios de Ecuador posibilita la penetración de estas bandas en el sistema mediante la corrupción a gran escala y sobornos a las autoridades que administran los pabellones.

Los Lobos

Los Lobos representan la segunda entidad de mayor relevancia en el territorio ecuatoriano, con una presencia significativa que aglutina a más de 8.000 individuos distribuidos a lo largo y ancho del país, incluidos los centros de detención.

Origen

Su origen se remonta al año 2019, bajo la dirección de Chavarría W. G, alias «Pipo» o «Tuerto». Este líder, previamente vinculado a Los Choneros, gesta el surgimiento de Los Lobos durante su reclusión en el Centro de Rehabilitación Social El Turi.

El entramado operativo de esta agrupación delictiva comienza materializándose a través de hurtos, prácticas extorsivas y Transacciones Comerciales Ilícitas (TCI) en los Centros Penitenciarios de Latacunga en la provincia El Oro. Sin embargo, su actividad principal y fuente esencial de recursos es el envío de sustancias estupefacientes desde los enclaves portuarios urbanos, principalmente cocaína de origen colombiano y mexicano, hacia Estados Unidos y Europa. Paralelamente, un eje sustancial de sus ingresos se cimienta en la administración de zonas de minería clandestina en el territorio ecuatoriano, particularmente en las zonas ilícitas de extracción de oro en Imbabura. 

Tras la paulatina desestabilización de Los Choneros, Los Lobos establecieron alianzas con diversas agrupaciones delictivas de menor envergadura, lo que condujo a la formación de una federación compuesta por grupos fieles a Los Lobos. La motivación subyacente a esta coalición reside en la aspiración por conseguir el dominio de las cárceles en Ecuador, así como el control del tráfico de drogas intermediario a los cárteles de Colombia y México.

Geografía

Inicialmente, Los Lobos concentraban el epicentro de operaciones en el interior del país, en las ciudades de Latacunga, Cuenca, Machala y la provincia amazónica de Pastaza. No obstante, tras la espiral de violencia de 2021 y 2022, los Lobos fueron segregados por muchas cárceles del país, por el Estado ecuatoriano, para reducir la influencia de la organización. Esto cimentó su presencia en cárceles de alta seguridad, como las prisiones Sierra Centro y Cotopaxi en la provincia de Lacatunga, y diversas subzonas del oeste del país como Imbabura, Pichincha, Chimborazo, Los Ríos, Napo, Santo Domingo de los Tsáchilas, Santa Elena, El Oro, Azuay y Loja. Se comenta que ejercen en dichas zonas, tácticas violentas dirigidas hacia clanes familiares, coaccionándolos para integrarlos en su estructura organizacional

Conexiones transnacionales

Los Lobos mantienen enlaces con diversos entes internacionales de origen balcánico, destacando particularmente su asociación con grupos albaneses. Además, se encuentran interconectados con la facción denominada Frente 40, una disidencia emanada de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los Chonekiller y Los Tiguerones

Además de Los Lobos, esta agrupación también cuenta con otras pandillas cuya presencia es muy influyente en las provincias de Esmeraldas, al norte de Ecuador, y Guayas, al sur, y provienen todas de Los Choneros. Estas bandas son:

  • Los Chonekiller: dedicados al TCI, extorsiones, tráfico de vacunas, robos a personas y de vehículos. Su símbolo son los dedos cruzados, que significa que el fuerte protege al débil, además de la bandera de Puerto Rico, que indica el origen de su máximo líder.
  • Los Tiguerones: su actividad es similar a los Chonekiller, aunque ellos han logrado penetrar las instituciones del Estado como la Fiscalía, la Policía Nacional o las Fuerzas Armadas. Mantienen una disputa directa con la organización Gánster, pertenecientes a Los Choneros, y los Patones. 

Los Lagartos

Los Lagartos surgen en 2019 tras la fusión entre dos facciones delictivas, Los Cubanos y Los Gorras, en la ciudad de Guasmo, provincia de Guayaquil, para enfrentar un adversario compartido: Los Choneros. Los líderes de esta alianza, William Poveda Salazar, conocido como «El Cubano», y Giovanny Mantilla Ceballos, alias «Gorras», adquirieron notoriedad por sus actividades de microtráfico en la ruta del Pacífico y el ejercicio del sicariato, específicamente para neutralizar miembros de bandas dominantes. Con el tiempo diversificaron sus acciones hacia las TCI, extorsiones y asaltos.

El modus operandi empleado por esta agrupación se caracteriza por el uso de embarcaciones de pequeña envergadura con el propósito de trasladar drogas hasta embarcaciones de carga, que se dirigen hacia Centroamérica, Norteamérica y Europa. Un rasgo distintivo adicional es el reclutamiento sistemático de menores de edad, con el propósito de instruirlos en el manejo de armas de fuego de corto y largo alcance. Esta táctica se dirige a prepararlos para trabajar en el brazo armado contra organizaciones rivales que busquen acceder a este territorio.

Origen

Desde su origen, la estructura de Los Lagartos ha estado conformada por múltiples agrupaciones, las cuales comparten tanto aliados como enemigos en su dinámica. Entre estas agrupaciones se encuentran Los Gángster Negros en Esmeraldas, Los Latin Kings en Durán y el Cuartel de las Feas en Guasmo, ubicado al sur de Guayaquil. No obstante, la inesperada defunción del líder «Gorras» debido al COVID-19 en junio de 2020 provocó una disolución en las filas de Los Lagartos. Esta circunstancia resultó en la carencia de un líder central que pudiera orquestar y coordinar las actividades de las diversas facciones.

De acuerdo con Insight Crime, existe la posibilidad de que estas diferentes facciones de Los Lagartos estén reagrupándose con el propósito de reafirmarse como un actor de relevancia dentro del sistema penitenciario ecuatoriano. Esta coyuntura cobra relevancia dado el debilitamiento experimentado por Los Choneros, con la que se encuentra desde 2009, en por el control de las cárceles en Ecuador

Geografía

En términos de áreas operativas, desarrollan su actividad principalmente en Guayaquil, así como en los centros penitenciarios diseminados a lo largo y ancho del país. Con un enfoque particular, se establecen en los sectores de Punta Arrecha y Ciudad Pérdida, ubicados junto al Estero Salado. Esta ubicación estratégica se fundamenta en su vinculación con dos de los puertos marítimos de mayor relevancia en el país. El hecho de que esta área sea considerada como una de las más peligrosas del territorio nacional no es una coincidencia, sino más bien resultado de diversos factores, como la carencia de oportunidades educativas, la falta de fuentes de empleo y otras circunstancias sociales, que han impulsado a un número sustancial de familias a involucrarse en actividades ilícitas.

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¿Qué podemos esperar de los niveles de violencia en Ecuador?

La falta de control estatal sobre el territorio marítimo y aéreo es un factor clave que facilita la salida de aeronaves y embarcaciones sin la revisión pertinente por las autoridades. Esta situación, que se extiende desde los años 90, propicia un aumento en la formación de organizaciones criminales nacionales, así como la penetración en los sistemas de las redes internacionales.

Los datos reflejan esta tendencia. En un informe lanzado por la Policía Nacional de Ecuador en julio de 2023 se refleja que, comparando con el año 2019, la incautación de drogas triplicó las cifras registradas. Este incremento en el tráfico de drogas provoca como consecuencia una violencia extrema por enfrentamientos entre bandas criminales en áreas urbanas. 

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La influencia transnacional y las complejas relaciones entre las distintas facciones criminales han contribuido a un escenario de conflicto difícil de resolver. El escenario ecuatoriano se delinea en dos bloques principales liderados por cárteles mexicanos que mantienen una red de dependencia con las pandillas locales y sus subsiguientes facciones. Por un lado, el cártel de Sinaloa está apoyado por Los Choneros y sus pandillas cinculadas: los Gásgter, R7 y Los Águilas; mientras que, el CJNG se encuentra vinculado a los antiguos brazos insurgentes de Los Choneros, que hoy son Los Lobos, Los Chonekiller y Los Tiguerones. Finalmente, encontramos a Los Lagartos que no está posicionado en ningún bando y que, por el momento, se encuentra en una fase muy debilitada como organización. 

La respuesta política, especialmente durante el contexto electoral, constituye una verdadera declaración de guerra contra el narcotráfico, lo que ha llevado al asesinato de candidatos prominentes, como Villavicencio, y líderes locales, tales como Rinder Sánchez, un candidato a diputado en la conflictiva provincia de Esmeraldas, y el asesinato de Agustín Intriago, el alcalde de la ciudad de Manta, ambas áreas fuertemente golpeadas por la actividad de las redes criminales. Estos incidentes, segñun Arianna Tanca, politóloga ecuatoriana, constituyen una reconfiguración de la política como una profesión de alto riesgo en el país sudamericano. 

Es cierto que, existen especulaciones sobre la corrupción dentro de la propia clase política, como insinuó en ocasiones Villavivencio ante los medios, relacionando a ciertos candidatos de las elecciones seccionales de febrero con el tráfico de drogas y denunciando la infiltración del crimen organizado en los gobiernos actuales y anteriores. A pesar de ello, no existe un veredicto definitivo que establezca un nexo directo entre la política y las redes criminales

La segunda vuelta a las elecciones en Ecuador, que tendrá lugar el próximo 15 de octubre, enfrentará a los candidatos Luisa González y Daniel Noboa. Más allá de la campaña electoral, para resolver la crisis de inseguridad que vive el país se necesitará una resolución eficaz que aborde las raíces del problema a nivel estatal. Expertos como Luis Carlos Córdova destacan la importancia de invertir en educación y el fortalecimiento de los controles policiales y militares para prevenir la incorporación de jóvenes a las organizaciones criminales. Sin embargo, todas las medidas que se instauren dependerán del resultado de los próximos comicios y de si la nueva administración muestra un compromiso decidido para enfrentar esta problemática estructural en Ecuador.

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