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¿Cómo y por qué aumenta el poder militar de China en África?

Análisis

Lucia Albarsanz Cordero
Lucia Albarsanz Cordero
Estudiante de último curso del Grado de Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos, con gran interés por la geopolítica en las regiones de Asia meridional y África. He participado en distintos modelos de Naciones Unidas y de la Unión Europea tanto a nivel nacional como internacional, permitiéndome adquirir más conocimientos sobre la materia, siendo mi objetivo poder participar y colaborar en estas instituciones en un futuro con mis análisis geopolíticos.

La inversión extranjera directa y la militarización son los principales escenarios a través los cuales China aumenta su influencia y poder en África. A raíz de la llegada de otros actores como India o la salida de países como Francia, China ha aprovechado sus lazos militares y económicos para ganar presencia en el continente, sobre todo en países como Angola, Sudán del Sur o Yibuti. Este último es un enclave estratégico vital para el control marítimo y comercial del gigante asiático.

A medida que los Estados africanos se independizaban, China veía oportunidades de crecimiento que le ayudarían a convertirse en la primera potencia mundial. En un continente lleno de recursos naturales, donde los minerales, el gas y el petróleo abundan, pero no cuentan con los medios para su explotación, se crea una presencia económica a través de la inversión extranjera directa (IED) y el comercio, que se pretende proteger y asegurar a través de la proyección militar en la zona.

África se convierte así en un teatro geopolítico. El continente es utilizado por las grandes potencias como su tablero de juego personal, destacando la presencia militar estadounidense en su lucha contra el terrorismo y la búsqueda de explotación del petróleo y gas para beneficio propio. Por su parte, Rusia, también decidió establecerse en este continente a través de la influencia de su fuerza militar, como contrapeso de la americana. Por otro lado, la presencia de Francia, antes destacable, empieza a disminuir en los últimos años, debido a la creciente independencia de los países africanos y a la competencia de otros actores externos como China.

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Presencia económica de China en África

Según los datos del International Institute for Sustainable Development basados en el último informe del Gobierno chino sobre los vínculos económicos y comerciales con África de 2021, China ha creado un total de 25 zonas de cooperación económica y comercial en 16 países africanos y ha continuado invirtiendo a lo largo del continente, alcanzando la cifra de 2,07 mil millones de dólares a finales de 2021.

Asimismo, hay que destacar proyectos en el continente como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que busca conectar a China con el resto del mundo a través de una red de infraestructuras que incluye aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, puertos y redes de telecomunicaciones. Esta iniciativa se divide en dos rutas principales: la Ruta de la Seda Marítima y la Ruta de la Seda Terrestre, vinculando la primera con los puertos de África Occidental y Oriental con el puerto de Xiamen en China; y, la segunda, el noroeste del país asiático con el norte de África.

No obstante, los negocios, inversiones y actividades comerciales para desarrollarse de manera eficiente y productiva, deben gozar de un ambiente de seguridad y estabilidad física y jurídica. En circunstancias generales, esta seguridad la debe proporcionar la nación donde se desarrollan, sin embargo, debido a la globalización, se ha producido una interconexión de mercados y espacios, pudiendo una nación extranjera proyectar sus intereses económicos más allá de sus fronteras y límites de soberanía. En este caso, dichos intereses no podrían ser protegidos por medios militares tradicionales, surgiendo la tendencia de la globalización armada.

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El uso de la globalización armada de China en África: un método para proteger sus intereses en el continente

El concepto de globalización armada viene definido por el politólogo y jurista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, Edgar Jiménez García, como «el uso por parte de un país, de su poderío económico con el fin de apalancar un determinado grado de presencia militar en áreas estratégicas más allá de sus límites territoriales». Por consiguiente, se genera una retroalimentación de los intereses económicos que crea un entorno seguro para ellos, siendo la tendencia china en el continente africano.

Inicialmente, la presencia militar china en el continente africano se remonta a la década de 1960, con el apoyo a movimientos de liberación nacional en ciertos países de África como el Frente de Liberación Nacional de Argelia (FNL), que luchaban contra el dominio francés proporcionando armas, entrenamiento militar y asistencia financiera; o apoyando al Congreso Nacional Africano (ANC) en su lucha contra el apartheid en Sudáfrica, sirviéndole como mecanismo para luchar contra el imperialismo occidental e iniciar la expansión de su influencia en dichos territorios.

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China en Angola

Sin embargo, no fue hasta treinta años después, en la década de 1990, cuando China comenzó a expandir su presencia militar en África de manera significativa. Sobre todo, a través de las operaciones de pacificación («peacekeeping») de las Naciones Unidas. En este tipo de operaciones participaron por primera vez en Angola con la UNAVEM II en 1992, enviando 500 soldados para supervisar el proceso de paz en dicho país, garantizando la seguridad de los refugiados y de la población civil.

Además, de esta forma, China también preservaba sus intereses estratégicos, siendo Angola un importante exportador de recursos naturales y situándose en una posición estratégica que permitiría a China proteger sus inversiones y aumentar su presencia en la región. Desde ese momento, China se ha convertido en el segundo proveedor de financiación para las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, después de Estados Unidos. De esta forma, el país asiático puede reforzar su «soft power» o poder blando, al mismo tiempo que mejora su imagen en la sociedad internacional, especialmente en África.

China en Sudán del Sur

Otro ejemplo de la utilización de las misiones de las Naciones Unidas para promover los objetivos personales chinos es a través de la misión UNMISS en Sudán del Sur. En 2011, con el inició de la misión, China envío un contingente de 750 soldados, aumentándolo en 2013 a 1000 militares. El aumento de su influencia no solo coincidió con la creciente inestabilidad en el país, sino también con el aumento de las exportaciones chinas a Sudán del Sur, ya que en 2011 las exportaciones realizadas contaban con un valor de 1.000 millones de dólares, ascendiendo dos años más tarde, a los 1.700 millones de dólares. La mayoría de las transacciones están centralizadas en el petróleo crudo, convirtiéndose China en el principal exportador de este país.

Los factores que impulsaron están medidas se pueden atribuir principalmente a la creciente demanda de petróleo crudo por parte del gigante asiático, así como el aumento de las inversiones en el área y la creciente presencia de empresas chinas en el país. Con ello, China busca generar un espacio seguro y protección de las instalaciones de sus empresas y activos financieros en Sudán del Sur. Todo, al mismo tiempo que aumenta su influencia y presencia en África, al igual que en las anteriores ocasiones.

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China en Yibuti

No obstante, es con el establecimiento de la base militar china en Yibuti, cuando se pone de manifiesto el poderío militar de China en la región. El gigante asiático ha mantenido importantes relaciones comerciales con Yibuti, proporcionándole grandes sumas en inversión extranjera directa, subvencionando proyectos como la creación de una sección de ferrocarril que une la capital etíope con la ciudad costera de Yibuti, donde las compañías chinas están construyendo un centro logístico marítimo.

La elección de este país para albergar la Base de Apoyo del Ejército Popular de Liberación de China en Yibuti se debe a su situación geopolítica al estar situado cerca del estrecho de Bad-el-Mandeb, que separa el golfo de Adén del mar Rojo. Este «choke point» es vital para controlar la ruta comercial marítima de aproximación a Suez.

La base, siendo la primera base militar china extraterritorial, se estableció en 2017 y está financiada completamente por el país asiático. Tiene 100 hectáreas y 2.500 soldados, constituyéndose el centro neurálgico de las operaciones contra la piratería, el terrorismo y ayuda humanitaria en la región del Cuerno de África. Este punto del continente es un lugar geopolítico estratégico, ya que, además, conforma un punto importante en la ruta comercial marítima de la Franja y la Ruta, originando lo que sería la Nueva Ruta de la Seda china.

Yibuti, a su vez, cuenta con bases militares de la India, Francia y Estados Unidos, acentuando la importancia estratégica de la zona. Los tres países, junto con Rusia, son los principales competidores de China en presencia militar en África. Principalmente, existe una competencia por el acceso a los recursos naturales, mercados y esferas de influencia en el continente africano. Por lo tanto, la presencia china con esta nueva base ha generado no solo preocupación entre los países occidentales como Francia o Estados Unidos, sino también en la India.

En los últimos años, este último país ha emergido como una amenaza a futuro para China por su liderazgo asiático. India no solo ha abierto bases militares en Yibuti, sino también en las islas Seychelles y Tanzania, destinadas a proteger los intereses indios en la región, conseguir un mayor acceso a los recursos naturales y proporcionar cooperación militar, con el objetivo de, al igual que el resto de países, aumentar su influencia en el continente africano. De este modo, conforman una amenaza directa para el gigante asiático, al brindar más opciones a los países de África a la hora de elegir socios económicos y militares, contribuyendo a la transformación geopolítica del continente y participando en una de las regiones con importantes focos de tensión entre grandes potencias.

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China: el país que llena vacíos de poder en África

China, a través de la cooperación y la inversión económica, se presenta en África como un país inversor, brindando estabilidad y oportunidades de desarrollo a los distintos países africanos. Principalmente, a través de una política de no injerencia en los asuntos internos de los respectivos gobiernos, a cambio de influencia y recursos naturales.

De este modo, observamos que la necesidad de brindar protección a estos países estableciendo tropas, está vinculada a la protección de los intereses económicos, políticos y geoestratégicos chinos.

Por consiguiente, se puede concluir que China solo llena vacíos de poder con el objetivo de asegurar sus intereses económicos en el área, ya sea a través de operaciones de mantenimiento de la paz, combatir el terrorismo o luchar contra la piratería, generando la influencia y mercados necesarios que le permitan posicionarse como primera potencia regional y mundial.

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